Los vestigios dejados por los rusos en los tiempos que pasaron por Finlandia no pasan inadvertidos. La Catedral Ortodoxa de Uspenski es un ejemplo de la trascendencia rusa en tierras finlandesas; es además el edificio dedicado a la religión ortodoxa más grande de todo el este de Europa.

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La arquitectura del edificio, de estilo ruso bizantino, fue diseñado por el artista Aleksei Gornostajev; en él destacan las trece cúpulas doradas y los ladrillos rojos de su fachada exterior, visibles desde el puerto a pesar de estar ubicada en una colina denominada Katajanokka. Estos ladrillos fueron traídos la fortaleza de Bomarsund en Aland, que habían sido destruidos en la guerra de Crimea.

Estando dentro de esta catedral enorme, además de regocijar los sentidos de tan solo observarla por dentro, es también posible tener una vista panorámica increíble de toda la ciudad a través de sus balcones. Muy cerca de ella, hay una placa en memoria al emperador ruso Alexander II. También destacan en la catedral, las trece cebollas de oro que representan el número de Cristo y los apóstoles, detalle que denota el detallismo y significancia religiosa que reviste cada rincón de esta catedral.

El estilo decorativo de los interiores de la catedral es bastante sobrecargado, elegante y expresivo, se ven colgando de los techos unas enormes lámparas, bóvedas y íconos muy valiosos que permanecen protegidos tras un cristal para ser admirados por los visitantes, que son miles cada año. Como dato, la entrada a esta catedral es totalmente gratuita.

Foto: Galenfrysinger

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