Naantali queda muy cerca de Turku, es una ciudad que cautiva desde el primer momento que se visita, y lo más interesante es que siempre ofrece algo nuevo y atractivo a sus visitantes. Las artes y la música son la esencia de Naantali, los deportes de mar, es común ver los yates de vela y sentir una atmosfera llena de encanto que la hace propicia para visitas familiares.
En la ciudad se encuentra un gran edificio histórico, la Iglesia del convento, que rememora los días aquellos con un gran campanario de estilo barroco y data de hace ya varios siglos. La Iglesia ha sido restaurada varias veces, terminando la última de ellas en el año 2005.
El convento contaba con otros edificios que se fueron desintegrando con el paso de los años, probablemente los mismos habitantes fueron sacando materiales para levantar sus casas. En su interior, el convento guardaba varios tesoros, entre ellos, joyas, monedas, pinturas y objetos varios, que se encontraron enterrados bajo la edificación.
El Museo Hiilola existe desde los años 20 en Naantali. Su interior refleja en todos sus rincones, paredes, pisos y techos, el modo de vida de la burguesía del siglo XIX. El edificio del museo se encuentra frente al ayuntamiento y el antiguo mercado.
Entre sus magnificas exposiciones, algunas multimedia, se puede ver el modelo en miniatura del convento de Brigittine, que fue parte de la ciudad en el siglo XVI.
Los entornos de la ciudad están rodeados de jardines y sitios tranquilos. La ciudad salió a flote luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando llego la industrialización. Algunas de las decisiones más acertadas que se tomaron en el pasado, fueron imponer el respeto por el entorno, el balneario y el pintoresco pueblo.
El Parque El Mundo de los Moomin es una de las principales atracciones para los niños, comparable a Disney.
Foto: helsinkiexpert